La idea de
Ciudad Educadora surge acompañada de las concepciones político-educativas que
comenzaron a ampliar el horizonte de lo educativo más allá de la escuela y de
las políticas ligadas a la educación permanente. Durante la década de los 70
varios programas municipales en diferentes países del mundo comenzaron a
denominarse explícitamente ciudad educadora.
La Ciudad
Educadora es una propuesta que aún hoy en día se haya en construcción y que se
encuentra en proceso de trabajar y construir. La historia del ser humano y de
las ciudades atraviesa desde la Polis Griega, pasando por la Ciudad Romana
hasta las ciudades de hoy. Pues bien, en la historia contemporánea, el concepto
de Ciudad Educadora renace en 1972 a partir de un documento preparado por Edgar
Faure junto con otros autores, escrito para la UNESCO, titulado “Aprender a ser”. Este escrito esta
basado en el siguiente principio: “todo
individuo debe tener la posibilidad de aprender durante toda su vida. La idea
de educación permanente es la clave de arco de la ciudad educativa”. Se
trata de llevar la educación a lo largo de toda la vida del hombre y de no
limitarla simplemente al espacio escolar. En definitiva, se pretende convertir
en un verdadero movimiento popular.
A partir de que en el mundo empiezan a desarrollarse variadas
experiencias de ciudad educadora, surge la inquietud desde un grupo de ciudades
representadas por sus gobiernos locales de comenzar a trabajar conjuntamente en
proyectos y actividades para mejorar la calidad de vida de los habitantes, a
partir de su implicación activa en la apropiación de la ciudad. Así surge el
Primer Congreso Mundial de Ciudades Educadoras que se realizó en Barcelona en
el año 1990 y donde se redacta la Carta de las Ciudades Educadoras, un
documento que contiene una serie de principios rectores sobre la finalidad
y el espíritu de las iniciativas.
Participaron
en el Congreso de Barcelona 70 ciudades de 21 países, este congreso representó el inicio de un amplio movimientointernacional
de ciudades con encuentros bienales:
- 1990, Barcelona: La ciudad educadora para los niños y jóvenes.
- 1992, Goteborg: La educación permanente.
- 1994, Bolonia: Re-conocerse: por una nueva geografía de las identidades.
- 1996, Chicago: Las artes y las humanidades como agentes de cambio social.
- 1999, Jerusalem: Llevar el legado y la historia al futuro.
- 2000, Lisboa: La ciudad, espacio educativo en el nuevo milenio.
- 2002, Tampere: El futuro de la educación. El papel de la ciudad en un mundo globalizado.
- 2004, Génova: Otra ciudad es posible. El futuro de la ciudad como proyecto colectivo.
- 2006, Lyon: El lugar de las personas en la ciudad.
- 2008, Sao Paulo: Construcción de Ciudadanía en Ciudades Multiculturales.
- 2010, Guadalajara: "Deporte, políticas públicas y ciudadanía. Retos de una Ciudad Educadora".
En 1994 este
movimiento se formaliza como Asociación Internacional de Ciudades Educadoras –
AICE - en el III Congreso celebrado en Bolonia. Los intercambios y experiencias de las distintas ciudades se
registran el Banco Internacional de Experiencias de Ciudades Educadoras
(BIECE).
Dichos proyectos y escritos propone sacar la
educación de los espacios cerrados en donde se hallaba confinada, como son los
Centros Educativos, para trasladarla a los lugares de reunión, a las fábricas,
las plazas, a los parques, a las calles y, en fin, a los espacios públicos. Es
decir, que la ciudad se construye en escenarios y ambientes globales de
aprendizaje en donde confluyen procesos, estrategias y vivencias educativas,
así como el concepto de educación permanente a lo largo de la vida.
Según Ramón
Moncada, la ciudad ya no se basa solamente en un conglomerado urbanístico y de
pobladores, sino de una ciudad viva, con alma, con un cuerpo que siente, que se
mueve, una ciudad con corazón propio, un ambiente y un contexto global de vida
y aprendizaje.
La Ciudad
Educadora no es, pues, un fin predeterminado. Es una propuesta en continua
construcción, una historia que se va recorriendo, al tiempo que permite
identificar el camino por el cual se habrá de transitar. Una utopía a la que
vale la pena apostarle. Es, también, la posibilidad de materializar las ideas y
propuestas de los estamentos que conforman el tejido social de la ciudad. Se
trata, en síntesis, de un proyecto para construir ciudadanía y democracia. Es
un propósito de construir ciudad para más y mejores ciudadanos. Este proyecto
de ciudad tiene como eje articulador la formación de una nueva ciudadanía.
Desde Ciudad
Educadora como propuesta política, el ser ciudadano -según la definición de
Aristóteles-, es aquel que tiene la facultad de intervenir en las funciones
deliberativas y judiciales de la ciudad. Para decirlo en palabras de Jordi
Borja, ciudadano es aquel que ha participado en la conquista y construcción de
la ciudad; de tal manera que ser ciudadano no es una condición que se alcanza
al llegar a una determinada edad; es la práctica continua de ciertos valores
que el ser humano debe encontrar en la ciudad en la que habita. Como ha
enfatizado Martín Heidegger "Construir
es realmente habitar, es vivir. Habitar es la manera como los mortales están en
la tierra. Construir en cuanto habitar comprende tanto el cultivar las cosas
que crecen como el erigir edificaciones". Por esa razón habitar no es
una actividad entre otras sino que es la actividad humana por excelencia;
representa el habitar la manera como somos en el mundo, la condición del
ser-humano.
La
ciudadanía se alcanza en la relación dialéctica entre el ser humano y la
ciudad: mientras ésta lo ciudadaniza, aquel la humaniza. En esta relación, la
ciudad adquiere unas características especiales que la hacen ser más o menos
humana, más o menos habitable. Isidre Molas Batllori lo resume así:
"La ciudad es un
marco y un agente educador que, ante la tendencia a la concentración del poder,
practica la opinión pública y la libertad; ante la tendencia al gregarismo,
expresa el pluralismo; ante la tendencia a distribuir desigualmente las posibilidades,
defiende la ciudadanía; ante la tendencia al individualismo, se esfuerza por
practicar la individualidad solidaria... permite formar personas sensibles
tanto a sus deberes como a sus derechos"
Una ciudad
que asume el pluralismo, deberá cultivar la tolerancia como uno de sus más
significativos valores. Vista como elemento individual y colectivo protector de
la libertad de todos, la tolerancia reviste tal importancia que muchas veces
requiere ser protegida contra los intolerantes. Sin solidaridad el principio de
la conciudadanía es puramente formal y vacío, también la tolerancia ilimitada
es sólo la libertad de los más fuertes.
El análisis
de la ciudad como fenómeno complejo, supone un amplio recorrido por la temática
urbana y sus múltiples variables. Implica asumir diversas ópticas para
aproximarse al concepto, evolución y percepción de aquello que la constituye,
como lo ha sugerido Maragall, "la ciudad hay que observarla siempre entre
muchas luces, entre otros amores, a través de sus musas más infantiles, más
jóvenes o más maduras, de las musas clásicas de la cultura o las románticas de
la libertad y de la igualdad o de las hijas del proceso histórico, como la musa
del progreso económico o la del bienestar social"; todas lo son por su
carácter propio y porque tienen el valor de avanzar unidas, de conversar y de
componer música. En el presente texto, la ciudad se observa desde múltiples
perspectivas, pero siempre a la luz de la educación. De esta forma la
metodología del trabajo se basa en la pesquisa bibliográfica y documental, en
el análisis y en la crítica de textos, en la reflexión coyuntural y en el
ejercicio propositivo desde el punto de vista educativo, cultural, económico,
político y de la gestión pública moderna.
Ceuta como
ciudad educadora comienza su andadura en el año 2000 a través de la guía "Ceuta
te enseña" y ha ido incrementando de forma continuada actividades y público.
Todos los escolares de todos los centros docentes de la ciudad sea cual sea su
edad pasan como mínimo una vez por alguna de sus propuestas durante el curso
lectivo. El índice de participación durante el curso 2009-2010, el último del
que hay datos, se alza por encima de los 58.400 alumnos atendidos y, de ellos,
11.300 participaron en programas educativos relacionados directamente con el
patrimonio.
Ceuta te
enseña, tras once ediciones, se consolida como una de las herramientas que procuran
el sostenimiento de uno de los pilares de la política desarrolladas por el
Gobierno de Ceuta en cuanto al patrimonio se refiere. Todos los objetivos de
este proyecto educativo de la ciudad se basan como no podía ser de otra forma
en el escrito de Edgar Faure.
Bibliografía.
Cfr. FAURE, E. y otros. Aprender a ser. UNESCO. Barcelona.
1973. p. 265 y ss.
MOLAS BATLLORI, I. La ciudad y la ciudadanía democrática. Una
perspectiva política. En: La Ciudad Educadora. Barcelona. 1990. p. 48.
Cfr. MARAGALL, P. Presentación de Las Villes Educatrice.
Ayuntamiento de Barcelona, 1990.
Recursos de internet.
http://es.scribd.com/doc/4923844/CiudadEducadoraEjedeTallerIntegradorInterdisciplinario
http://www.gobiernodeceuta.es/index.php/noticias/5-educacion-cultura-y-mujer/490-ceuta-se-abre-espacio-en-una-revista-del-ministerio-de-cultura-como-ejemplo-de-ciudad-educadora
Autor y recopilador: Luis Manuel de la Fuente López.
Autor y recopilador: Luis Manuel de la Fuente López.
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